¿Por qué estar indignados?

"Os deseo a todos, a cada uno de vosotros, que tengáis vuestro motivo de indignación. Es algo precioso. Cuando algo nos indigna, como a mí me indignó el nazismo, nos volvemos militantes, fuertes y comprometidos.”
“El pensamiento productivista, sostenido por Occidente, ha metido al mundo en una crisis de la que hay que salir rompiendo radicalmente con la huída hacia adelante del “siempre más”, tanto en el dominio financiero como en el dominio de las ciencias y de la técnica. Ya es hora de que la preocupación por la ética, la justicia y la estabilidad duradera sea lo que prevalezca. Pues nos amenazan los riesgos más graves; riesgos que pueden poner fin a la aventura humana sobre un planeta que puede volverse inhabitable.”

El motivo de la resistencia es la indignación, pero ¿cómo dar forma a la frustración, contra qué, contra quién indignarse, cómo ir a la raíz de las injusticias sociales?.
Se tiene la osadía de decirnos que el Estado no puede asegurar los costes de la Seguridad Social, la Educación, la Salud, la Preservación del Medio Ambiente. Pero ¿cómo puede faltar dinero para mantener y prolongar estas conquistas, cuando la producción de la riqueza ha aumentado considerablemente, si no es porque el poder del dinero no ha sido nunca tan grande, tan insolente y tan egoísta con sus propios servidores, incluso en las más altas esferas del Estado?.

Es verdad que las razones para indignarse pueden parecer poco claras, o el mundo demasiado complejo. ¿Quién manda, quién decide? No siempre es fácil distinguir entre todas las corrientes que nos gobiernan. Ya no tenemos que vérnoslas con una pequeña élite, cuyo modo de actuar conocemos con claridad. Este es un vasto mundo de cuya interdependencia nos percatamos claramente. Vivimos con una interconectividad como jamás ha existido. Poco se sabe y mucho se oculta sobre los verdaderos dueños de las multinacionales, sobre los titiriteros de los gobernantes de turno. El sistema económico financiero ha sido esbozado para mantener en el anonimato a los principales culpables de las atrocidades de la modernidad.
En este mundo hay demasiadas cosas que resultan insoportables para quien quiera tomar conciencia de su existencia. Como la gran brecha que existe entre los muy ricos, los que vomitan dinero y los muy pobres, con sus estómagos colmados del dolor del hambre, una brecha que no deja de crecer. Como el constante avasallamiento de los derechos del Hombre y de todo ser vivo, y la destrucción sistematizada de la madre naturaleza.
Sólo es necesario abrir los ojos y mirar a nuestro alrededor, para encontrar temas que justifiquen estar indignados. Ante esto, la indiferencia es la peor de las actitudes que podemos tomar.
Hemos tomado aquí algunos párrafos e ideas del panfleto ¡Indignaos! de Stéphane Hessel. Recomendamos su lectura. Puede obtenerse en
http://www.attacmadrid.org/wp/wp-content/uploads/Indignaos.pdf .
Ricardo Natalichio, Director de EcoPortal.net      rdnatali@ecoportal.net . www.ecoportal.net
AMBIENTE Y SOCIEDAD, AÑO 12 Nº 497, OCTUBRE 20 de 2011      ISSN 1668-3145