Colombia podría perder en 50 años el 75 por ciento de sus páramos

El Tiempo, Bogotá, 15 de julio de 2006
El calentamiento podría además hacer desaparecer el 15 por ciento del territorio de la isla de San Andrés. Ese es el panorama que describe un reciente estudio del Instituto de Hidrología, Metereología y Estudios Ambientales (Ideam) sobre las condiciones climáticas en el país. En enero pasado, como cada año, los productores de papa de Boyacá y Cundinamarca se abastecieron de gasolina y de madera para prender fogatas al lado de sus cultivos, con el fin de protegerlos de las heladas de las madrugadas que alcanzan temperaturas bajo cero. Pero el extremo frío nunca se sintió. En Leticia (Amazonas) las noches frescas de antaño son cada vez más escasas. Y las pasadas fiestas del Mar, en Santa Marta, según dice la gente, se organizaron en medio de un calor inusual. Seguramente ni los campesinos del centro del país, que este año no vieron sus cultivos quemados por el frío; ni los samarios, que soportaron altas temperaturas, o aquellos que habitan en inmediaciones de la selva se imaginan que las variaciones del clima tienen que ver, literalemente, con que a Colombia le está subiendo la temperatura. Así lo comprobó una medición del Instituto de Hidrología, Metereología y Estudios Ambientasl (Ideam), la primera de su tipo, que indica que las noches y los días en el país son cada vez más calurosos. Los expertos tuvieron en cuenta los registros de temperaturas mínimas y máximas de los últimos 50 años en 12 ciudades y a través de un sistema de cálculo llamado ClimDex supieron que estas tienden a subir. En Santa Marta, dice Henry Benavides, del Ideam, es mucho más notorio y comprobado ese calentamiento. Le siguen Neiva, Quibdó, Cúcuta, Bucaramanga, San Andrés, Cali, Pasto y Leticia. El aumento de temperatura, en cambio, no fue tan impactante en Bogotá, Armenia y Medellín. No significa esto que la temperatura no haya subido. Aunque la conclusión del estudio fue más conceptual que estadística, respaldó las investigaciones que indican que en las ciudades medidas la temperatura sube, cada diez años, 0,2 grados centígrados. Esta cifra es confirmada por expertos de la Universidad Nacional dedicados al estudio del clima y por representantes en el país de la International Geosphere-Biosphere Programme (Igbp), un programa que estudia las evidencias y consecuencias del cambio climático en el mundo. Según esas mediciones, la temperatura media en Cucutá pasó, en los últimos 15 años, de 29,9 a 30,3 grados, la de Santa Marta de 32,6 a 33, la de Cali de 23,7 a 24 , la de Leticia de 25,7 a 26, la de Armenia de 21,9 a 22,3 y la de Neiva de 27,7 a 28,1 grados. La media de San Andrés ya se acerca a los 28 grados (era de 27,4), y la de Bucaramanga a los 22 (estaba en 21,1). En el papel, 0,2 grados centígrados podrían interpretarse como un aumento insignificante. Pero para los expertos es un incremento enorme. "Por ejemplo, la temperatura media (que se usa como base) era en Bogotá de 13 grados a mediados del Siglo XX. En este momento puede estar en 14. Con esto, si la temperatura media sube, la máxima aumentará sobre una base más alta. Por eso se siente más calor, especialmente en las tardes", explica José Pabón, del departamento de geografía de la Universidad Nacional. Para él, esto crea condiciones para la consolidación o la aparición de mosquitos que transmiten la fiebre amarilla o el dengue, en lugares en los que históricamente no podían vivir. Además, la desaparición de plantas muy sensibles a los cambios de temperatura. ¿"Quésignifica medio gradomás? En el caso de Bogotá, es como si poco a poco el clima de la ciudad se pareciera al de Fusagasugá", agregó. 15% del territorio de la isla de San Andrés podría quedar inundado, a largo plazo, por el aumento de las mareas que produce el calentamiento global. Se estima que ese crecimiento de la temperatura podría causar un incremento de entre 14 y 80 centímetros en el nivel del mar. En Chocó lloverá más y con mayor intensidad.
JAVIER SILVA HERRERA-REDACTOR DE EL TIEMPO