Hacia una Cartagena resiliente

  27 Oct 2025 

Por Álvaro Viloria Romero *

Gobernanza, innovación y restauración para un sistema de drenaje sostenible

La crisis de los drenajes pluviales en Cartagena no es solo un problema técnico, sino una crisis estructural de gobernanza urbana y ambiental. Décadas de fragmentación institucional, proyectos inconclusos y ausencia de planificación basada en evidencia científica han perpetuado un ciclo de vulnerabilidad frente a las lluvias, las mareas y el cambio climático.

La transformación hacia un sistema de drenaje sostenible requiere un enfoque integral donde confluyan la innovación técnica, la restauración ecológica, la equidad social y una nueva institucionalidad del agua. La resiliencia de Cartagena dependerá de su capacidad para articular conocimiento, tecnología y participación ciudadana en un modelo de gestión sostenible y adaptativo.

Contexto territorial y desafíos de gobernanza

Cartagena enfrenta una realidad geográfica y social que amplifica su vulnerabilidad. Ubicada sobre una planicie costera con una red compleja de canales, arroyos y humedales, la ciudad está expuesta a inundaciones recurrentes y a una creciente presión demográfica. A ello se suma una desconfianza profunda de las comunidades hacia las instituciones, alimentada por proyectos fallidos o mal ejecutados. Las comunidades ribereñas, portadoras de un conocimiento empírico sobre el comportamiento del agua, han sido históricamente excluidas de los procesos de planificación y toma de decisiones.

La gobernanza del agua en Cartagena se caracteriza por la dispersión de competencias entre entidades como la Establecimiento Público Ambiental -EPA, la Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique -Cardique, la Alcaldía y el Ministerio de Ambiente. Esta fragmentación genera vacíos de responsabilidad, duplicidad de esfuerzos y pérdida de recursos. Además, los ciclos políticos cortoplacistas priorizan obras de impacto visual sobre intervenciones estructurales y sostenibles. La corrupción y la ineficiencia agravan un panorama donde los recursos públicos se destinan más a atender emergencias que a prevenirlas.

Valor ecológico y cultural de los drenajes urbanos

Los sistemas de drenaje urbano deben ser entendidos como parte viva del ecosistema y del tejido social. Ecológicamente, prestan servicios esenciales como la regulación hídrica, la depuración natural del agua y la conectividad de hábitats. Culturalmente, su recuperación puede transformar espacios marginados en zonas de encuentro, recreación y orgullo barrial. Incorporar una “cultura del agua” implica revalorizar los canales y caños como elementos integradores de la identidad cartagenera y no como simples desagües o focos de riesgo.

Soluciones integradas: Diseño, infraestructura y restauración

Superar la crisis de los drenajes requiere soluciones integradas que combinen infraestructura gris, verde y comunitaria. Estas deben ser escalables, equitativas y adaptadas a la realidad climática del Caribe.

a. Medidas técnicas y estructurales

  • Limpieza y redimensionamiento de cauces críticos: priorizar arroyos como Casimiro o Ricaurte y puntos de estrangulamiento para aumentar la capacidad hidráulica y evitar taponamientos.
  • Compuertas y sistemas de alivio controlado: operar estructuras estratégicas como La Bocana con criterios técnicos y protocolos coordinados para manejar la interacción entre lluvias intensas y mareas altas.
  • Nuevos canales y redes de recolección: el diseño de una red coherente de drenaje debe sustentarse en evaluación ambiental, mantenimiento permanente y participación comunitaria.

b. Soluciones basadas en la naturaleza

  • Restauración de manglares y humedales que actúan como esponjas naturales, reducen caudales pico y mejoran la calidad del agua.
  • Corredores verdes y franjas de infiltración en cuencas altas para disminuir escorrentías.
  • Sistemas urbanos de retención y biofiltración en parques y plazas que capturen pluviales, reduzcan contaminantes y generen espacios de biodiversidad y recreación.

c. Gestión de residuos y acción comunitaria
Las obstrucciones por basura son una de las causas más visibles del colapso del drenaje. Por ello, la gestión integral de residuos, acompañada de educación ambiental, empleo local en brigadas de limpieza y vigilancia comunitaria, es esencial. La ciudadanía debe ser coprotagonista en la gestión del riesgo y en la conservación de los canales como bienes públicos.

Gobernanza, planificación y financiamiento innovador

La resiliencia hídrica de Cartagena exige crear una Autoridad del Agua, con autonomía técnica y financiera, que coordine la gestión de aguas lluvias, residuales y ecosistemas. Esta entidad debe integrar la información hidrometeorológica y climática, fortalecer la aplicación normativa y liderar procesos de restauración y mantenimiento continuo.

La planificación urbana debe incorporar escenarios de cambio climático -aumento del nivel del mar, lluvias extremas – en todos los instrumentos de ordenamiento territorial. Asimismo, se deben establecer restricciones de ocupación en cauces y zonas inundables, ofreciendo alternativas habitacionales dignas y seguras.

En materia financiera, es urgente implementar mecanismos innovadores: tasas retributivas por contaminación, pagos por servicios ambientales (PSA) a quienes protejan las riberas, bonos verdes y cooperación internacional para financiar infraestructura natural. Las inversiones deben priorizar acciones que generen beneficios sociales y ambientales aún bajo condiciones climáticas inciertas.

Aprender y convivir con el agua

La resiliencia de Cartagena frente a las lluvias y el cambio climático no se logrará con una sola obra ni con promesas políticas, sino mediante un sistema integrado que combine ingeniería, restauración ecológica, inclusión social y buena gobernanza. El desafío no es solo construir canales, sino reconstruir la confianza, fortalecer la institucionalidad y restablecer el equilibrio entre ciudad y naturaleza.

El futuro de Cartagena dependerá de su capacidad para aprender del agua y convivir con ella. Si logra transformar sus drenajes en redes vivas de sostenibilidad y participación, la ciudad podrá honrar su legado histórico como fortaleza del Caribe y convertirse en un modelo de adaptación climática y justicia ambiental para toda la región.

Gerente de Proyectos de Enterritorio SA y exgerente de Aguas de Bolívar SA-ESP; Ingeniero civil, especialista en Análisis y Gestión Ambiental, Gerencia Pública, Consultoría Ambiental y Gerencia de Proyectos de Construcción.

Las opiniones expresadas por el autor de esta columna no reflejan necesariamente las de la institución donde trabaja.


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