Gobernanza, soluciones integrales y el futuro sostenible de la Ciénaga de la Virgen
El desafío
La Ciénaga de la Virgen,
un ecosistema vital para Cartagena de Indias, constituye un microcosmos de los
desafíos socioambientales que enfrentan las ciudades costeras en el siglo XXI.
Su degradación no es solo un problema ecológico, sino una crisis de gobernanza,
equidad social y planificación urbana que exige un abordaje integral. Este artículo
desarrolla el análisis de los instrumentos de planificación existentes, evalúa
críticamente su implementación y propone un marco de soluciones sistémicas para
su recuperación. La rehabilitación de la ciénaga es técnica y financieramente
viable, pero requiere una gobernanza robusta, una inversión sostenida y la participación
activa de las comunidades locales como actores centrales en la gestión del
territorio. Este desafío trasciende lo ambiental para convertirse en una
oportunidad de redefinir el desarrollo sostenible de Cartagena, alineando la
restauración ecológica con la justicia social y la resiliencia climática.
Análisis de los instrumentos de planificación: Diagnósticos robustos y ejecución fragmentada
La problemática de la
Ciénaga de la Virgen ha sido ampliamente diagnosticada en múltiples
instrumentos de planificación, pero su implementación revela una brecha
significativa entre la teoría y la práctica. A continuación, se analizan los
principales marcos de gestión, destacando sus fortalezas y limitaciones:
- Plan de Ordenamiento y manejo de
la cuenca (POMCA):
Formulado por la Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique
(Cardique), el POMCA es el instrumento rector para la gestión de la cuenca
hidrográfica de la ciénaga. Su diagnóstico identifica con precisión las
causas de la degradación: contaminación por aguas residuales,
sedimentación, deforestación de manglares y ocupación desordenada del
territorio. Sin embargo, su implementación ha sido fragmentada debido a la
falta de una autoridad única con capacidad coercitiva y recursos
financieros suficientes. La desarticulación entre la Cardique, la Alcaldía
de Cartagena, el Establecimiento Público Ambiental (EPA Cartagena), la
Gobernación de Bolívar y municipios ha generado duplicidad de esfuerzos y
vacíos de responsabilidad. Estudios recientes, como los realizados por la
Universidad de Cartagena, sugieren que menos del 30% de las acciones
priorizadas en el POMCA han sido ejecutadas, lo que evidencia una carencia
de voluntad política y asignación presupuestal.
- Programa de saneamiento de la
Ciénaga de la Virgen (PROCIÉNAGA): Liderado por el EPA Cartagena, PROCIÉNAGA ha
impulsado acciones como jornadas de limpieza, siembra de manglares y
programas de educación ambiental. Aunque valiosas, estas iniciativas son
de escala limitada frente a la magnitud del problema. Por ejemplo, la
generación diaria de más de 120 toneladas de residuos sólidos en la cuenca
supera ampliamente la capacidad de las jornadas de limpieza, que suelen
ser esporádicas y simbólicas. Además, la falta de sincronización con
proyectos de infraestructura de mayor envergadura reduce su impacto a
medidas paliativas.
- Desafíos de la gobernanza institucional: La superposición de competencias
entre entidades como Cardique, EPA Cartagena, la Alcaldía Mayor y la
Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) ha
generado una parálisis por análisis. Cada entidad opera con lógicas,
presupuestos y cronogramas distintos, lo que impide una visión estratégica
unificada. Esta fragmentación institucional refleja un problema
estructural en la gobernanza ambiental de Colombia, donde la
descentralización, aunque diseñada para promover la autonomía local, a
menudo resulta en una dilución de responsabilidades. La ausencia de una
entidad coordinadora con poder de decisión y capacidad presupuestal
autónoma es el principal obstáculo para la ejecución efectiva de los
planes existentes.
Soluciones integrales: Un enfoque sistémico y multidisciplinario
La recuperación de la
Ciénaga de la Virgen exige un cambio de paradigma, pasando de intervenciones
aisladas a un programa integral que aborde las causas estructurales de su
degradación. Las soluciones propuestas se estructuran en cinco ejes
interconectados: gobernanza, saneamiento, restauración ecológica, ordenamiento
social y desarrollo económico, y ciencia y tecnología.
- Gobernanza y fortalecimiento institucional:
La creación de una autoridad única para la recuperación de la ciénaga, con personería jurídica y autonomía administrativa y financiera, es fundamental para superar la fragmentación institucional. Esta entidad debe integrar representantes con poder decisorio de la Alcaldía, la Gobernación, el Ministerio de Ambiente, Cardique, las comunidades locales y la academia. Su mandato sería implementar el POMCA como un plan maestro, con metas cuantificables, responsables claros y un sistema de rendición de cuentas transparente. - Mecanismos de financiamiento: La autoridad debe contar con un
modelo de financiación mixto que incluya transferencias nacionales,
recursos propios del Distrito, sobretasas ambientales y alianzas
público-privadas (APP) para proyectos de infraestructura. Por ejemplo,
modelos exitosos como el de la Empresa de Renovación Urbana de Medellín
podrían adaptarse para garantizar sostenibilidad financiera.
- Participación ciudadana: Establecer un sistema de
veeduría ciudadana que capacite a líderes comunitarios en el uso de
herramientas digitales para monitorear vertimientos ilegales y reportar
avances. La transparencia en la gestión, con datos abiertos sobre calidad
del agua y ejecución presupuestal, es clave para generar confianza y
apropiación social.
- Saneamiento básico, La prioridad no
negociable:
La contaminación por aguas residuales es la principal causa de la degradación de la ciénaga. Según modelaciones hidrológicas, las descargas no tratadas aportan hasta el 80% de la carga orgánica contaminante. Para abordar este problema: - Optimización de la infraestructura
existente:
Completar la red de interceptores y emisarios para conectar los
asentamientos informales a los sistemas de saneamiento. Esto requiere una
inversión masiva y un enfoque técnico que incorpore soluciones
innovadoras, como sistemas modulares de alcantarillado para zonas de
difícil acceso.
- Soluciones basadas en la naturaleza
(SBN):
Implementar sistemas urbanos de drenaje sostenible (SUDS), como jardines
de lluvia, zanjas filtrantes y pavimentos permeables, para capturar y
tratar las aguas pluviales urbanas antes de que lleguen a la ciénaga.
Estas soluciones, probadas en ciudades como Rotterdam y Singapur, reducen
la carga contaminante y mitigan inundaciones.
- Humedales artificiales: Construir humedales de flujo
subsuperficial en las desembocaduras de los caños más contaminados para
proporcionar un tratamiento terciario natural, complementando la
infraestructura gris. Estudios de la Universidad de los Andes han
demostrado que estos sistemas pueden reducir hasta el 90% de los
contaminantes orgánicos en contextos similares.
- Restauración ecológica a gran escala:
La recuperación de los ecosistemas de la ciénaga, particularmente los manglares, es esencial para restaurar su capacidad de regulación hídrica y soporte de biodiversidad. - Plan maestro de restauración de manglares: Establecer una meta ambiciosa de
reforestar 500-1000 hectáreas en un horizonte de 5-10 años, utilizando
especies nativas. Esto debe ir acompañado de técnicas de bioingeniería,
como la estabilización de riberas y la restauración de flujos hídricos,
para garantizar el éxito de las siembras. Los viveros comunitarios no
solo generarán empleo verde, sino que fortalecerán la apropiación local
del ecosistema.
- Dragado ambiental selectivo: Ejecutar dragados en los caños
principales para recuperar una profundidad mínima de 2.5 metros,
mejorando la conectividad hidráulica y la navegabilidad. Los sedimentos
contaminados, que contienen metales pesados y materia orgánica, deben ser
tratados y dispuestos en celdas de confinamiento seguro con geomembranas,
siguiendo estándares internacionales.
- Monitoreo hidrosedimentológico: Implementar un sistema de boyas
equipadas con sensores en tiempo real para medir parámetros como oxígeno
disuelto, pH, nutrientes y metales pesados. Estos datos, disponibles en
una plataforma abierta, permitirán evaluar el impacto de las
intervenciones y ajustarlas dinámicamente.
- Ordenamiento social y desarrollo económico
inclusivo:
La ciénaga no es solo un ecosistema natural, sino un territorio habitado por comunidades marginadas que dependen de sus recursos. Su recuperación debe ir de la mano con la justicia social. - Reasentamiento y urbanismo adaptativo: Utilizando modelación hidráulica
avanzada, identificar zonas de alto riesgo no mitigable y reasentar a las
familias afectadas en viviendas dignas con servicios básicos,
garantizando un acompañamiento sicosocial. En áreas viables, implementar
soluciones de urbanismo adaptativo, como viviendas palafíticas
modernizadas con sistemas de saneamiento individual, pasarelas elevadas y
recolección de aguas lluvias.
- Economía circular y bioeconomía: Fomentar cadenas de valor
sostenibles, como el ecoturismo comunitario (avistamiento de aves,
recorridos en kayak), la piscicultura en jaulas flotantes de especies
nativas y la maricultura de ostras y algas, que actúan como biofiltros
naturales. Estas actividades, reguladas bajo estrictos planes de manejo,
pueden reducir la presión sobre los recursos pesqueros y generar ingresos
alternativos.
- Centros de acopio de residuos: Crear asociaciones comunitarias
para la recolección y aprovechamiento de residuos reciclables,
integrándolas a cadenas de economía circular. Modelos como los de otros
países, muestran cómo estas iniciativas pueden generar empleo y reducir
la contaminación.
- Ciencia, tecnología y educación:
La sostenibilidad a largo plazo depende de la generación de conocimiento aplicado y la apropiación social del ecosistema. - Investigación aplicada: Crear un fondo concursable para
universidades locales que financie estudios sobre la dinámica
hidrosedimentológica, la biodiversidad y las soluciones tecnológicas
adaptadas al contexto de la ciénaga.
- Educación ambiental: Fortalecer programas en escuelas
y comunidades, posicionando la ciénaga como un patrimonio natural y
cultural. Iniciativas como las de la Fundación Natura en Colombia han
demostrado que la educación ambiental aumenta la conciencia y el
compromiso comunitario.
- Vigilancia ciudadana: Capacitar a las comunidades en
el uso de aplicaciones móviles para reportar vertimientos ilegales y
acumulación de residuos, integrando estas alertas en un sistema de
respuesta rápida coordinado por la autoridad gestora.
Compromiso y visión para una ciudad inclusiva y sostenible
La rehabilitación de la
Ciénaga de la Virgen es el proyecto categórico para el futuro sostenible de
Cartagena. No se trata solo de recuperar un ecosistema degradado, sino de sanar
una herida profunda en el tejido social y territorial de la ciudad. Las
soluciones propuestas —gobernanza robusta, saneamiento integral, restauración
ecológica, desarrollo inclusivo y ciencia aplicada— son técnica y
financieramente viables, pero exigen un compromiso político inquebrantable y
una visión de largo plazo que trascienda los ciclos electorales. Invertir en la
ciénaga es invertir en la resiliencia climática, la equidad social y la
sostenibilidad económica de Cartagena. El éxito no se medirá únicamente por la
mejora de la calidad del agua o la recuperación de los manglares, sino por la
integración de las comunidades ribereñas a un proyecto de ciudad inclusiva y
sostenible. La Ciénaga de la Virgen puede dejar de ser un símbolo de abandono
para convertirse en el estandarte de una Cartagena reconciliada con su
territorio, su historia y su gente.
Las opiniones expresadas por el autor de esta columna no reflejan necesariamente las de la institución donde trabaja.
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