Crespo, un barrio asediado por las afectaciones medioambientales del Aeropuerto Rafael Núñez

 20 Mar 2025 

Por Álvaro Viloria Romero *

El barrio Crespo, ubicado al norte de Cartagena de Indias, es un sector residencial e histórico que convive con una realidad inescapable: su cercanía al Aeropuerto Internacional Rafael Núñez, el principal terminal aéreo de la Región Caribe. Si bien esta infraestructura impulsa el turismo y la economía local, también genera una serie de impactos medioambientales que deterioran la calidad de vida de sus habitantes. Contaminación del aire, ruido constante, problemas con el agua, erosión costera, gestión inadecuada de residuos y efectos directos en la salud son las principales problemáticas que enfrentan los vecinos de Crespo, quienes exigen soluciones urgentes y sostenibles.

Contaminación del aire: un enemigo silencioso

La operación diaria del aeropuerto, con despegues y aterrizajes frecuentes, emite gases contaminantes como dióxido de carbono (CO₂), óxidos de nitrógeno (NOx), partículas finas (PM2.5 y PM10) y compuestos orgánicos volátiles provenientes del combustible de las aeronaves. A esto se suma el tráfico vehicular asociado al terminal -taxis, buses y carros particulares, que incrementa la acumulación de contaminantes en el aire. Para los residentes, esta contaminación no es solo un dato técnico: se percibe en el olor a combustible que impregna el ambiente y se traduce en problemas de salud. La exposición prolongada a estas partículas puede penetrar los pulmones y causar enfermedades respiratorias como asma, bronquitis crónica y alergias, además de aumentar el riesgo de afecciones cardiovasculares. Niños y adultos mayores, los más vulnerables, son quienes más sufren estas consecuencias, lo que convierte este problema en una amenaza invisible pero perversa para la comunidad.

Contaminación acústica: el ruido que roba la paz

El ruido generado por las turbinas de los aviones es una de las quejas más recurrentes entre los habitantes de Crespo. Mediciones en la zona han registrado niveles superiores a los 100 decibeles durante despegues y aterrizajes, muy por encima del límite de 55 decibeles recomendado por la Organización Mundial de la Salud -OMS – para evitar efectos adversos. Este estruendo constante interrumpe el sueño, genera estrés crónico, dificulta la concentración y puede provocar pérdida auditiva a largo plazo. Para muchos vecinos, el ruido se ha convertido en una parte inevitable de su cotidianidad, pero sus efectos en la salud mental y física son innegables. Aunque existen regulaciones para mitigar la contaminación auditiva en áreas cercanas a aeropuertos, su cumplimiento en Crespo es cuestionable, dejando a los residentes en una situación de vulnerabilidad que afecta su bienestar y calidad de vida.

Agua en riesgo: contaminación y escasez de soluciones

La gestión del agua es otro desafío crítico en el barrio. La cercanía de Crespo a cuerpos de agua como la Ciénaga de la Virgen, el Caanal Juan Angola y el Mar Caribe lo hace particularmente susceptible a la contaminación. Informes, en algunas oportunidades, han denunciado que las aguas residuales del aeropuerto, en lugar de conectarse al sistema de alcantarillado como exige la normativa, se estarían vertiendo en la Ciénaga, un ecosistema ya afectado por coliformes fecales, desechos industriales y residuos sólidos. Esta práctica daña la biodiversidad. Además, la infraestructura de alcantarillado y drenaje del barrio es insuficiente para manejar las lluvias intensas, lo que provoca inundaciones y agrava la contaminación del agua. La falta de un manejo adecuado de residuos y la contaminación de los cuerpos hídricos cercanos convierten este problema en una amenaza constante.

Erosión costera y cambio climático: un peligro creciente

Como zona costera, Crespo enfrenta los efectos del cambio climático, incluyendo la erosión y el aumento del nivel del mar. Estos fenómenos, exacerbados por la actividad humana, ponen en peligro la infraestructura local y la seguridad de los residentes. La combinación de este riesgo natural con las presiones del aeropuerto y el desarrollo urbano agrava la vulnerabilidad del barrio, que carece de medidas efectivas para contrarrestar estas amenazas.

Gestión de residuos: un problema que se acumula

La disposición inadecuada de residuos sólidos en Crespo contribuye a la contaminación del suelo y el agua, además de generar focos de enfermedades transmitidas por vectores como mosquitos y roedores. Este problema, aunque no está directamente ligado al aeropuerto, se ve agravado por la densidad de actividades en la zona y la falta de espacios verdes o programas efectivos de reciclaje y manejo de desechos.

Salud pública: el costo humano de la contaminación

Las afectaciones medioambientales tienen un impacto directo y acumulativo en la salud de los habitantes de Crespo. La combinación de aire contaminado, ruido constante y agua de dudosa calidad ha incrementado la incidencia de enfermedades respiratorias, cardiovasculares, dermatológicas y trastornos de salud mental como estrés y ansiedad. Los niños, expuestos desde temprana edad, y los adultos mayores, con sistemas inmunológicos más débiles, son los más afectados. Este precio, demasiado alto para la comunidad, refleja la urgencia de atender estas problemáticas con acciones concretas.

La ampliación del aeropuerto: ¿progreso o retroceso?

El proyecto de ampliación del Aeropuerto Rafael Núñez, que busca aumentar su capacidad a ocho millones de pasajeros anuales, ha intensificado las preocupaciones de los vecinos. Las obras implican mayor ocupación de espacio, generación de polvo y escombros, y un previsible aumento en las emisiones y el ruido. Sin medidas de mitigación claras, la comunidad teme que esta expansión agrave los problemas existentes, sacrificando aún más su calidad de vida en nombre del desarrollo económico.

Un llamado a la acción colectiva

Los residentes de Crespo no se oponen al progreso de Cartagena, pero exigen que este se realice con responsabilidad ambiental y respeto por sus derechos. Entre las soluciones propuestas por la comunidad y expertos se encuentran:

Reducción del ruido: Instalación de barreras acústicas, promoción de tecnologías aeronáuticas más silenciosas y restricción de vuelos nocturnos.

Mejora del aire: Uso de combustibles más limpios, promoción de vehículos eléctricos en la zona y monitoreo continuo de la calidad del aire.

Protección del agua: Construcción de PTAR propia del aeropuerto, conexión adecuada del aeropuerto al alcantarillado y campañas para reducir la contaminación de la Ciénaga de la Virgen y Caño Juan Angola.

Gestión sostenible: Programas de manejo de residuos, reforestación y creación de espacios verdes en el barrio.

Participación ciudadana: Socialización transparente de los proyectos del aeropuerto y espacios para que la comunidad, liderada por figuras como la Junta de Acción Comunal, incida en las decisiones.

Monitoreo ambiental: Establecimiento de un sistema permanente de control de ruido, aire y agua para garantizar el cumplimiento de las normas.

La situación en Crespo es un recordatorio de que el desarrollo no puede lograrse a costa del bienestar humano y ambiental. Las autoridades locales, la concesión aeroportuaria, las empresas y los propios vecinos tienen un papel crucial en la búsqueda de soluciones. La educación ambiental, la acción colectiva y la presión sobre las instituciones son herramientas clave para transformar esta realidad.

Vivir en Crespo, siendo vecinos del Aeropuerto Rafael Núñez, implica enfrentar diariamente un conjunto de afectaciones que comprometen la salud, el acceso a recursos básicos y la tranquilidad. Sin embargo, con compromiso y colaboración, es posible mitigar estos impactos y garantizar un entorno más saludable y sostenible para las generaciones presentes y futuras. La lucha por un Crespo habitable no es solo una necesidad, sino un derecho que la comunidad no está dispuesta a seguir postergando.

Gerente de Proyectos de Enterritorio SA y exgerente de Aguas de Bolívar SA-ESP; Ingeniero civil, especialista en Análisis y Gestión Ambiental, Gerencia Pública, Consultoría Ambiental y Gerencia de Proyectos de Construcción.

Las opiniones expresadas por el autor de esta columna no reflejan necesariamente las de la institución donde trabaja.


Comentarios