Dennys Osorio: una hincha apasionada del Real Cartagena que hoy necesita de todos

13 Abr 2025 

Por Álvaro Viloria Romero *

En Cartagena de Indias, donde el sol abraza con fuerza y la brisa del Caribe refresca el espíritu, vive Dennys Osorio Betancourt, una mujer de 71 años cuya vida gira en torno a una pasión inquebrantable: el Real Cartagena.

Este equipo de fútbol, que lleva en su escudo los colores amarillo y verde, no es solo un club para Doña Dennys; es una identidad, un motivo de orgullo y una fuente de emociones que han marcado su existencia.

El origen de una pasión

Dennys Osorio nació y creció en Cartagena, una ciudad que, además del béisbol y el boxeo, cuenta también -desde hace varias décadas – con una rica historia y una vibrante cultura futbolística.

Desde pequeña, el fútbol fue parte de su cotidianidad, de su vida, influenciada por el fervor que cada día más despierta este deporte en las calles y barrios de la ciudad. Su amor por el Real Cartagena comenzó en su infancia, cuando acompañaba a su familia al estadio de fútbol (en ese entonces llamado Pedro de Heredia, hoy rebautizado Jaime Morón), el hogar del equipo, lo cual despertó en ella un amor por el balón que pronto encontraría su morada en las gradas del estadio.

Como muchos hinchas, Dennys no eligió al equipo, el equipo la eligió a ella. «Es algo que se lleva en la sangre», suele decir con una sonrisa, mientras recuerda cómo su padre la llevó por primera vez a un partido del club.

Como se sabe, el Real Cartagena, fundado en 1971, ha tenido una trayectoria llena de altibajos. Ha saboreado la gloria en la primera división del fútbol colombiano y ha enfrentado momentos difíciles en la categoría de ascenso. Para Dennys, sin embargo, los resultados no definen su lealtad. «Ser hincha del Real es estar en las buenas y en las malas. Es un compromiso de corazón», afirma con convicción.

Una hincha de corazón

Dennys no es una espectadora pasiva. Como ha revelado en varias crónicas el portal especializado ‘PrimerTiempoCO’, es de esos hinchas que llegan temprano al estadio, con la camiseta bien puesta y la garganta lista para alentar los 90 minutos. Y forma parte de una de las barras más fieles del equipo, donde aún, a pesar de su edad, organiza cánticos, prepara banderas y se asegura de que el ambiente sea una fiesta, sin importar el marcador. «El Real Cartagena no juega solo; nosotros somos el jugador número 12», dice con orgullo.

Fuera del estadio, Dennys lleva su pasión a otro nivel. En su casa, una colección de camisetas, bufandas y recuerdos del club decoran las paredes. Tiene recortes de prensa de los momentos más memorables del equipo y no pierde la oportunidad de discutir alineaciones, estrategias y jugadores con sus amigos en cualquier reunión. Para ella, el fútbol no es solo un deporte, es una forma de conectar con su ciudad y su gente.

Los momentos inolvidables

Dennys Osorio con el gobernador de Bolívar Yamil Arana

Entre los recuerdos más preciados de Dennys está el ascenso del Real Cartagena a la primera división en 2004. Ese año, el equipo logró regresar a la élite del fútbol colombiano tras una campaña emocionante en el Torneo Águila.

Dennys estuvo presente en el partido decisivo, y aún se le ilumina el rostro al describir la euforia de la hinchada: «Fue como si toda Cartagena explotara de alegría. Ese día no dormí, solo canté y celebré».

Sin embargo, no todo ha sido celebración. Los descensos y las temporadas difíciles también han puesto a prueba su fidelidad. «Hay días en que el corazón se parte, pero nunca he pensado en abandonar al equipo. El Real es mi familia», asegura. Esta resiliencia es lo que distingue a Dennys como una verdadera hincha.

El sueño de Dennys

Como todo apasionado por su equipo, Dennys tiene un sueño: ver al Real Cartagena consolidarse nuevamente en la primera división y, por qué no, pelear por un título. Sabe que el camino no es fácil, pero confía en que la unión entre la hinchada, los jugadores y la dirigencia puede hacer la diferencia. «Si todos ponemos de nuestra parte, el Real volverá a ser grande», señala con optimismo.

Mientras tanto, Dennys sigue siendo un pilar de la tribuna. Llueva o truene, ahí está ella, con su bandera en alto y su voz resonando, recordándole a todos que el fútbol es más que un juego: es una pasión que une a una ciudad entera.

Una lucha más grande que el fútbol

Hoy, Dennys enfrenta un rival más duro que cualquier equipo contrario: el cáncer. Diagnosticado recientemente, esta apasionada hincha del Real Cartagena está recibiendo tratamiento con quimioterapia, un proceso agotador tanto física como emocionalmente.

A pesar de las dificultades (trabajó durante muchos años con Salud Pública, pero no se alcanzó a pensionar, y ahora vive con una hermana viuda), su espíritu sigue siendo el mismo: fuerte, valiente y llena de esperanza. «Así como apoyo al Real en las malas, voy a pelear esta batalla con todo lo que tengo», dice con esa determinación que la caracteriza.

Un símbolo de la hinchada auriverde

Dennys Osorio no es solo una hincha más del Real Cartagena, es un reflejo de lo que significa amar a un equipo con el alma. En cada partido, en cada cántico, en cada lágrima de alegría o decepción, ella encarna el espíritu de una afición que no se rinde.

Para Dennys, el Real Cartagena no es solo fútbol, es vida, es Cartagena, es su historia. Y mientras el equipo siga rodando el balón, ella, a pesar de su avanzada edad y su penosa enfermedad, asegura -optimista, con mucha esperanza y una fe infinita – que estará allí, firme y orgullosa, como el hincha que siempre ha sido.

¡Fuerza, Dennys! ¡¡Cartagena y el Real Cartagena están contigo!!

Gerente de Proyectos de Enterritorio SA y exgerente de Aguas de Bolívar SA-ESP; Ingeniero civil, especialista en Análisis y Gestión Ambiental, Gerencia Pública, Consultoría Ambiental y Gerencia de Proyectos de Construcción.

Las opiniones expresadas por el autor de esta columna no reflejan necesariamente las de la institución donde trabaja.


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